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David Guzik :: Éxodo 3 – Moisés y la zarza ardiente

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Éxodo 3 – Moisés y la zarza ardiente

A. Dios habla a Moisés desde la zarza ardiente

1. (Éxodo 3:1-3) Moisés y la zarza ardiente en el Monte de Horeb


Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.

a. Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro: Por 40 años Moisés vivió como un pastor oculto en el desierto de Madián. Hasta este punto su vida era tan humilde que él no tenía ningún ganado al que pudiera llamar como propio – las ovejas pertenecían a su suegro.

i. Apacentando Moisés las ovejas: “El Hebreo sugiere de que esta era su ocupación habitual.” (Cole)

b. A través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios: Moisés llevó a las ovejas hasta este monte, el cual después se llamó el Monte Sinaí. Horeb probablemente significa “desierto” o “desolación,” y dicho nombre nos da una idea del terreno.

c. La zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía: No fue solamente de que Moisés vio una zarza ardiendo; aparentemente es común que una planta como esta tuviera una combustión instantánea en ese desierto. Sin embargo, dos cosas eran distintivas de esa zarza:

· Apareció el Ángel de Jehová…en medio de una zarza.

· A pesar de que la zarza ardiera, la zarza no se consumía.

i. “A pesar de que la zarza ardiera con fuego, no crujía ni disminuía, no había ni una hoja que se enroscara ni una rama carbonizada. Ardía, pero no se consumía.” (Meyer)

ii. La zarza ardiente que no se consumía fue una atracción magnética para la vista de Moisés – le atrajo para examinarla de cerca. Algunos piensan que la zarza ardiendo simboliza a Israel, o en general al pueblo de Dios – afligidos pero no destruidos, porque Dios esta en medio de ellos.

iii. También podríamos decir que la zarza ardiente era un dibujo de la cruz. La palabra Hebrea usada para describir esta zarza viene de la palabra “clavar o pijar,” lo cual significa un espino o una zarza. Podemos pensar de la cruz – donde Jesús, coronado con espinos, soporto el fuego del juicio y aún así no fue consumido por ello – y ser recordados de la cruz cuando consideramos la zarza ardiente.

iv. Iré yo ahora y veré esta grande visión: Lo que fuera que Moisés miró, no era nada normal. “Para explicar lo que ocurrió aquí como un espejismo temporal, o la luz del sol reflejada en algunas hojas rojas, o el fuego del campamento de algún Beduino, o incluso el fenómeno del fuego de San Elmo, sería el sustituir nuestra experiencia por los cuarenta años de Moisés en dicha área y su apreciación de que eso era ciertamente inusual.” (Kaiser)

v. Clarke de la frase Ángel de Jehová dice: “Ciertamente no era un ángel creado, puesto que él es llamado Jehová, como dice en Éxodo 3:4 y como parte de la más alta expresión del atributo de la Deidad que se le aplica … Con todo él es un ángel, malach, un mensajero, en quien estaba el nombre de Dios … Y quién es éste sino Jesús, el Líder, el Redentor y Salvador de toda la humanidad?”

2. (Éxodo 3:4-6) Dios habla a Moisés desde la zarza ardiente.


Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.

a. Viendo Jehová que él iba a ver: Dios no habló a Moisés hasta que Él tuvo la atención de Moisés. Regularmente la Palabra de Dios no toca nuestro corazón de la manera que podría llegar a hacerlo puesto que nosotros no prestamos atención.

i. La zarza ardiente fue un fenómeno espectacular que capturó la atención de Moisés; pero no hubo ningún cambio sino hasta que Moisés recibió la Palabra de Dios que salió de allí.

b. Lo llamó Dios de en medio de la zarza: Moisés no vio a nadie en la zarza ardiente; aún así Dios, en presencia del Ángel de Jehová (Éxodo 3:2), estaba allí llamando a Moisés de en medio de la zarza ardiente.

i. Sin duda, esta es otra ocasión donde Jesús se aparece en el Antiguo Testamento antes de Su encarnación como el Ángel de Jehová, así como Él lo hizo muchas veces (Génesis 16:7-13, Jueces 2:1-5, Jueces 6:11-24, Jueces 13:3-22).

ii. Decimos que éste es Dios, en la Persona de Jesucristo, debido que de Dios el Padre se a dicho que Ninguno a visto a Dios en ningún tiempo. El único Hijo, quien esta en el regazo del Padre, Él ha declarado de Él (Juan 1:18), y que no hay hombre que a visto a Dios en la Persona de el Padre (1 Timoteo 6:16).

c. ¡Moisés, Moisés! Las primeras palabras de Dios para Moisés fue llamarle por su nombre. Esto muestra de que a pesar de que Moisés era un pastor solitario y olvidado detrás del desierto, Dios sabía quien era él, y Moisés era importante para Dios.

i. La doble llamada (¡Moisés, Moisés!) implica importancia y urgencia, como cuando Dios llamó a ¡Abraham, Abraham!(Génesis 22:11), ¡Samuel, Samuel! (1 Samuel 3:10), Simón, Simón (Lucas 22:31), Marta, Marta (Lucas 10:41), y a Saul, Saul (Hechos 9:4).

d. Y Él respondió: Dios le dijo a Moisés que hiciera dos cosas para mostrar un honor especial a éste lugar debido a la inmediata presencia de Dios.

· Él le dijo a Moisés que guardara su distancia (No te acerques).

· Él mandó a Moisés a mostrar reverencia ante la presencia de Dios(Quita tu calzado de tus pies).

i. No te acerques es una frase que literalmente tiene el sentido de “detente de acercarte.” Moisés estaba en camino a examinar de cerca de la zarza ardiente cuando Dios le detuvo.

ii. Éste era un lugar santo; y debido a que Dios es santo siempre habrá una distancia entre Dios y los hombres. Aún en la perfección el hombre nunca será igual a Dios, aunque si seremos capaces de tener un relación más cercana con Él.

iii. Quita tu calzado de tus pies: Se mostró una apropiada humildad a removerse el calzado, debido a que los más pobres y necesitados no tenían calzado, y los siervos por lo general iban descalzos. También se reconocía la inmediata presencia de Dios. En muchas culturas uno se quita el calzado cuando se entra en la casa de alguien, y Moisés ahora estaba en la “casa” de Dios, un lugar donde se encontraba Su inmediata presencia.

iv. “Ya que la suela debe gustar del polvo, la gravilla y la arena sobre el pie cuando se viaja, lo cual era incómodo, por lo tanto se hizo una costumbre el lavar frecuentemente los pies en aquellos países en donde eran usadas las sandalias. El quitarse el calzado es por lo tanto un emblema de dejar de lado la contaminación que se contraía de caminar en pecado.” (Clarke)

e. Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob: Dios se reveló a sí mismo a Moisés al declarar Su relación con los patriarcas. Esto le recordó a Moisés que Dios es el Dios de pacto, y de que Su pacto con Israel aún era válido e importante. Éste no era un “nuevo Dios” que se encontraba con Moisés, sino el mismo Dios que trató con Abraham, Isaac y Jacob.

i. Dios se revelaría a Si mismo más íntimamente de como Él lo hubiera hecho con cualquiera de los patriarcas; con todo, Dios comenzó recordándole a Moisés del pacto que había formado con ellos.

ii. En los días de Moisés, algunos pudieron pensar de que Dios olvidó Su pacto durante los 400 años de esclavitud de Israel en Egipto desde los tiempos de los patriarcas. Sin embargo, Dios estuvo trabajando durante ese tiempo, preservando y multiplicando la nación.

f. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios: Dios dijo a Moisés que hiciera lo que era apropiado para una criatura frente a su Creador – el reverenciar y reconocer Su santidad. Moisés respondió como un hombre que sabía que él no sólo era una criatura, sino una criatura pecadora – él cubrió su rostro.

i. Durante sus años en el desierto de Madián, Moisés debió de pensar muy seguido como él había asesinado a un Egipcio y del orgullo que él tenía de pensar que él podría liberar a Israel por si mismo. Moisés pudo haber recordado mil pecados, reales e imaginarios – pero ahora, cuando Dios apareció, él respondió de una manera muy diferente de lo que pudo haber respondido hace 40 años.

B. La comisión de Dios para Moisés

1. (Éxodo 3:7-10) Dios explica Su plan general a Moisés y la parte de Moisés en el plan.


Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que egipcios los oprimen. Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos Israel.

a. He descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha: Dios no había decidido en ese momento el dar a Israel la tierra de Canaán. Era la misma tierra que Él prometió a los patriarcas hace unos 400 años antes de estos eventos.

b. El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que egipcios los oprimen: Dios quería que Moisés e Israel supieran de Su compasión y cuidado por ellos.

i. En éste punto la experiencia de Moisés se enfatizaba en la separación entre él mismo y Dios. Moisés no podía arder sin ser consumido. Moisés no podía hablar de en medio del fuego. Moisés no podía mantener su calzado en una presencia divina. Moisés no era el Dios eterno de los patriarcas. La separación entre Dios y Moisés era real; con todo Dios mostraría pronto Su cuidado y compasión a Moisés y al pueblo de Israel. Dios es santo, pero no necesariamente esta lejos. Dios es santo; aún así a Dios le importa y se conecta a Si mismo a nuestras necesidades.

c. Te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo: En Éxodo 3:8 Dios dijo He descendido para librarlos. Luego en Éxodo 3:10 Dios dijo, Ven, por tanto, ahora, y te enviaré. Si Dios dijo que Él los libraría, ¿porqué Él usaría o necesitaría a Moisés? Esto nos muestro que Dios generalmente usa y elige el descansar en instrumentos humanos.

i. Dios lo podría hacer todo Él mismo, pero es más común que la obra de Dios se haga con y a través de las personas, y nosotros somos colaboradores juntamente con Él (2 Corintios 6:1).

2. (Éxodo 3:11-12) Moisés contesta y Dios responde.


Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.

a. ¿Quién soy yo? 40 años antes Moisés pensaba que sabía quien era él: él era un príncipe de Egipto y un Hebreo, el instrumento de Dios para liberar a Israel. Después de cuarenta años de perseguir a ovejas en el desierto, Moisés ya no tenía la misma seguridad que el alguna vez había tenido.

b. Yo estaré contigo: La respuesta de Dios estaba intencionada para quitar el enfoque de Moisés en si mismo y la pusiera en donde debiera de estar – en Dios. Por lo tanto, Dios nunca le contesto a su pregunta de “¿Quién soy yo?” En lugar de eso, Él le recuerda a Moisés que “Yo estaré contigo.”

i. Esta era una gran oportunidad para lidiar con el problema de “autoestima” de Moisés, pero Dios ignoró a las soluciones que nosotros usualmente le damos a este tipo de “problema”. Moisés solo tenía un problema de autoestima cuando él estaba muy confiado en su propia habilidad de librar a Israel.

ii. ¿Quién soy yo? Esta no era la pregunta correcta; “¿Quién es Dios?” era la pregunta correcta.La identidad de Dios era más importante que la de Moisés. Cuando conocemos al Dios que esta con nosotros, podremos avanzar adelante confiadamente para hacer Su voluntad.

iii. Yo estaré contigo: Después de esto Moisés ya no tenía derecho de protestar más. De aquí sus objeciones se movieron de una falta piadosa de confianza propia a una falta piadosa de fe.

c. Cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte: De la forma en que Moisés atendía a su ganado en el desierto sería muy poco probable de que el pudiera dirigir a tres millones de su pueblo a este mismo monte – pero Dios prometió que así sería.

i. La señal que verdaderamente le dio Dios a Moisés bien pudiera no ser la de venir al Monte Sinaí (la cual no ocurrió sino después de muchos meses). La señal probablemente fue la anterior, la señal de la zarza ardiente y el encuentro con Dios allí.

3. (Éxodo 3:13-14) La revelación del nombre de Dios a Moisés.


Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.

a. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Moisés legítimamente sintió que necesitaría credenciales ante el pueblo de Israel. Antes, él pensó que tenía credenciales porque él era un príncipe de Egipto. 40 años de atender el ganado de ovejas le quitó ese sentido de confianza propia.

i. Cuando Dios se revelaba a Si mismo al hombre en los días de los patriarcas estaba regularmente asociado con un nuevo nombre revelado o un nuevo título para Dios.

· Abraham, en el encuentro con Melquisedec, pidió a Jehová Dios Altísimo (Génesis 14:22)

· Abraham luego tuvo un encuentro con Dios Todopoderoso (Génesis 17:1)

· Abraham llegó a conocer al Señor como Jehová Dios Eterno(Génesis 21:33), y como Jehová proveerá Génesis 22:14)

· Hagar tuvo un encuentro con el Dios que me ve (Génesis 16:13)

· Jacob se encontró con El-Elohe-Israel (Génesis 33:20) y con El-Bet-el (Génesis 35:7).

ii. Así que si Moisés viniera a los ancianos de Israel como un representante de Dios, sería lógico que ellos se preguntaran, “¿Por cual nombre Él se reveló a Si mismo a ti?”

b. Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY: Puede parecer absurdo el referirse a uno mismo con la frase, YO SOY EL QUE SOY, aún así se revela algo importante acerca de Dios – que Él no tiene igual.

i. “No hay equivalente para Dios, pero únicamente Dios. Si tu pones a Dios a un lado del símbolo de la ecuación ‘=’, no hay nada para poner en el otro lado mas que a Él mismo.” (Meyer)

ii. Lo más cercano a lo cual nosotros llegamos con la equivalencia es el decir, “Dios es amor” (1 Juan 4:8, 4:16). Pero aún eso no es exactamente una equivalencia, porque tu no lo puedes voltear y decir “Amor es Dios.” Dios es amor, pero Él es también más grande que el amor.

iii. Este nombre YO SOY EL QUE SOY esta conectado con el nombre de Yahveh. “Esta concisa cláusula es claramente una referencia al nombre de YHWH. Probablemente ‘Yahveh’ se tiene como una abreviación de toda la frase, y el recorrido de toda la cláusula en una palabra.” (Cole)

iv. Yahveh no era un nuevo nombre, ni un nombre desconocido – aparece más de 160 veces en el libro de Génesis. La madre de Moisés se llamaba Jacobed, lo cual significa Yahveh es mi gloria. Moisés e Israel conocían el nombre de Yahveh. Dios no le dio a Moisés un nombre previo desconocido de Dios, pero el nombre que ellos ya conocían antes. Dios les llama de regreso a la fe de los patriarcas, no a algo “nuevo.”

v. En el mundo de habla Inglesa, por un tiempo las personas pronunciaban a Yahveh como Jehová. Los Judíos piadosos años posteriores no querían pronunciar el nombre de Dios para guardar reverencia, así que ellos quitaron las vocales de Su nombre y en su lugar simplemente decían la palabra Señor (adonaí). Si las vocales de la palabra adonaí se ponen sobre las consonantes de YHWH, puedes obtener el nombre de “Jehová.” Todo esto vino mucho después; en los días de la Biblia el nombre era pronunciado como Yah-veh.

c. YO SOY me envió a vosotros: Dios le dijo a Moisés que Su nombre era Yo Soy debido a que Dios simplemente es; nunca hubo un tiempo en donde Él no existió, o un tiempo donde Él deje de existir.

i. El nombre de Yo Soy contiene la idea de que Dios es completamente independiente; Él no depende de nada para la vida o existencia (Isaías 40:28-29; Juan 5:26). Los teólogos algunas veces llaman a esta cualidad como aseidad. Esto significa de que Dios no necesita de nadie o de nada – la vida esta en Él mismo.

ii. Esta también conectada con la idea de que Dios es eterno e inmutable. “Hablando estrictamente, no hay un tiempo pasado o futuro en el vocabulario Divino. Cuando Dios parece que los utiliza, es sólo una manera de acomodarse a nuestras limitaciones históricas.” (Meyer)

iii. También la inherente idea detrás del nombre de Yo Soy es en el sentido de que Dios es “el ser”; Dios se convierte en lo que sea que se carece en nuestro tiempo de necesidad. El nombre de Yo Soy nos invita a llenar el vacío que tenemos para satisfacer nuestra necesidad – cuando estamos en oscuridad, Jesús dijo Yo soy la luz; cuando tenemos hambre, Él dijo Yo soy el pan de vida, cuando estamos indefensos, Él dijo Yo soy el Buen Pastor. Dios es el ser que se satisface nuestra necesidad.

iv. Aquí, el nombre de Dios es un anuncio y una introducción. Anuncia la presencia de Dios e invita a cualquier interesado en conocerle a Él en base a experiencia, el probar y el ver que el Señor es bueno.

d. Yo Soy: Este es un título divino que seguido Jesús tomo para Si mismo, identificándose claramente a Si mismo con la voz de la zarza ardiente.

i. Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que Yo Soy [Él], en vuestros pecados moriréis. (Juan 8:24)

ii. Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que Yo Soy [Él], y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseño el Padre, así hablo. (Juan 8:28)

iii. Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, Yo Soy. (John 8:58)

iv. Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que Yo Soy (Juan 13:19)

v. Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir, se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis? Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy [Él]. Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba. Cuando les dijo: Yo soy [Él], retrocedieron, y cayeron a tierra. (John 18:4-6)

4. (Éxodo 3:15-18) Dios le dice a Moisés que decir a los ancianos de Israel.


Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Éste es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos. Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me apareció diciendo: En verdad os he visitado, y he visto lo que se os hace en Egipto; y he dicho: Yo os sacaré de la aflicción de Egipto a la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo, a una tierra que fluye leche y miel. Y oirán tu voz; e irás tú, y los ancianos de Israel, al rey de Egipto, y le diréis: Jehová el Dios de los hebreos nos ha encontrado; por tanto, nosotros iremos ahora camino de tres días por el desierto, para que ofrezcamos sacrificios a Jehová nuestro Dios.

a. Así dirás a los hijos de Israel: Después de cuatrocientos años en Egipto, Moisés tenía el trabajo de anunciar que ahora era el tiempo de que los hijos de Israel regresaran a Canaán, y el de tomar la tierra que Dios había prometido a sus padres.

i. Esto era probablemente contrario a lo que el pueblo y los ancianos de Israel deseaban. En cuatrocientos años tu te has arraigado. Ellos probablemente no tenían el deseo de regresar a la Tierra Prometida; todo lo que ellos querían era que fuera mucho más cómodo en Egipto.

ii. La primera palabra tenía que llegar al pueblo de Dios (Éxodo 3:16) y después al mundo (Éxodo 3:18). A menudo Dios no hablará a lo ancho del mundo sino hasta que Él halla hablado a Su pueblo y cuando Él tenga su atención.

b. Éste es mi nombre para siempre: Aquí Dios se refiere al nombre mencionado previamente en el mismo verso Jehová, el Dios (Yahveh Elohim). “Para siempre” enfatiza la eterna fidelidad de Dios a Su pacto.

c. Y oirán tu voz: Esta era una promesa previa hecha a Moisés. Cuarenta años antes, cuando parecía que él lo tenía a su favor, el pueblo de Israel lo rechazó como el libertador de la nación. Seguramente él se estaba preguntando el porqué le escucharían ahora, cuando a su apariencia él no tenía nada a su favor.

i. Pero Moisés tenía a Dios a su favor ahora; ellos ciertamente escucharían al mensaje de Moisés.

d. Al rey de Egipto, y le diréis: … iremos ahora camino de tres días por el desierto: Dios le presentó la pequeña petición a Faraón primero para que ésta fuera atractiva y fácil de aceptar. Él hizo esto para que el Faraón no tuviera ninguna excusa de rechazar a Dios y de endurecer su corazón.

8. (Éxodo 3:19-22) Dios le dice a Moisés el cómo le ira con los Egipcios.


Mas yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte. Pero yo extenderé mi mano, y heriré a Egipto con todas mis maravillas que haré en él, y entonces os dejará ir. Y yo daré a este pueblo gracia en los ojos de los egipcios, para que cuando salgáis, no vayáis con las manos vacías; sino que pedirá cada mujer a su vecina y a su huéspeda alhajas de plata, alhajas de oro, y vestidos, los cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas; y despojaréis a Egipto.

a. Mas yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir: Dios sabía esto desde un inicio. Él sabía lo que tendría que pasar para mover el corazón de Faraón, y las plagas y calamidades por venir fueron ingeniadas con un propósito específico y no fueron planeadas al azar.

i. Moisés le preguntó a Dios el cómo sus compañeros Israelitas recibirían la noticia de la liberación de Egipto, pero el poner al pueblo de Israel detrás de Moisés era solamente una pequeña parte de la lucha por venir – ¿qué de los Egipcios? ¿Cómo estarían ellos de acuerdo en dejar ir a esta fuerza laboral del país? Sin preguntar Moisés, Dios contestó a esta pregunta.

ii. Clarke insiste que el sentido de: mas yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte es mejor entendida como: Yo estoy seguro de que el Rey de Egipto no los dejará ir, excepto con una mano poderosa – Faraón no los solaría fácilmente, así que Dios traería un gran juicio en contra de Egipto para persuadirlo.

b. Y yo daré a este pueblo gracia … no vayáis con las manos vacías: Dios prometió el arreglar las cosas para que no solamente se conmoviera el corazón de Faraón, sino también para mover el corazón del pueblo Egipcio de tal modo que cuando Israel partiera, ellos serían bañados con plata y oro y vestidos. Esto no fue robar ni extorsión, pero eran las ganancias apropiadas por años de labor forzada.

i. En Deuteronomios 15:12-14, Dios dice que si tú tienes un esclavo, y su tiempo de servicio se ha terminado, tú no le dejarías ir con las manos vacías. Dios no dejaría que Israel partiera de su esclavitud en Egipto con las manos vacías; en lugar de eso ellos despojarían a los Egipcios.

© 2012 David Guzik – No se permite la distribución más allá del uso personal sin autorización.

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